viernes, 13 de marzo de 2009

TRES ENSAYOS DE UNA TEORÍA SEXUAL ( PARTE 2 )

Continuamos con el tema de la sexualidad y en esta ocasión tenemos la magistral exposición sobre la sexualidad infantil que nos regalo Lourdes Villareal, mejor conocida como Lulis.

AMNESIA INFANTIL

•La amnesia infantil se relaciona fuertemente con la amnesia psiconeurótica.
•Se relaciona con las mociones sexuales de la infancia.
•La amnesia histérica reprime las huellas mnémicas borradas de la conciencia

EL PERIODO DE LATENCIA SEXUAL DE LA INFANCIA Y SUS RUPTURAS

•El niño ya nace con “mociones sexuales” (impulsos) que seguirán desarrollándose a lapsos, sufriendo interrupciones. Dependiendo de circunstancias individuales, podrán verse temporalmente suspendidas o bien acelerarse, convirtiéndose éste en un desarrollo ‘oscilante’.
•Durante los periodos de latencia total o parcial se producen los poderes que inhibirán y dificultarán la pulsión sexual: el asco, la vergüenza, los ideales estéticos y la moral.
•La educación es en parte responsable de las dificultades que la pulsión sexual encuentra en su camino, pero en realidad este desarrollo es de condicionamiento orgánico, fijado hereditariamente, y llegado el caso puede producirse sin ninguna ayuda de la educación.
•Sublimación – La energía de la moción sexual infantil es desviada del uso sexual y aplicada a otros fines: los logros culturales.
•Formación reactiva – No todas las pulsiones pueden sublimarse, ya que las funciones de reproducción se presentan ‘diferidas’. Partirían de zonas erógenas determinadas, con lo que se convertirían en perversiones, y dada la dirección del desarrollo del individuo, provocarían displacer. La formación reactiva, por tanto, se ocupa de formar ciertas barreras psíquicas como el asco, la vergüenza y la moral.

EXTERIORIZACIONES DE LA SEXUALIDAD INFANTIL

•Chupeteo –Se presenta con frecuencia junto una pulsión de presión (p. Ej., el tironeo rítmico del lóbulo de la oreja). El chupar con placer se combina con el frotamiento de ciertos lugares sensibles del cuerpo, el pecho, los genitales externos, y es usual que muchos niños pasen del chupeteo a la masturbación.
•Autoerotismo – Cuando la necesidad de satisfacción sexual se separa de la necesidad de alimentación (sobre todo cuando comienza a masticar), el niño ya no se sirve de un objeto ajeno, sino que prefiere una parte de su propia piel, porque así se independiza del mundo exterior al que no puede aún dominar. Además le procura una segunda zona erógena, aunque de menor valor, lo que lo llevará más tarde a buscar en otra persona la parte correspondiente: los labios.

LA META DE LA SEXUALIDAD INFANTIL

•Zona erógena: sector de piel o de mucosa en el que estimulaciones de cierta clase provocan una sensación placentera de determinada calidad.
•Existen zonas erógenas predeterminadas, pero cualquier otro sector de piel o de mucosa puede utilizarse como una zona erógena.
•La producción de placer tiene más que ver con la calidad del estímulo que la parte del cuerpo en sí.
•El niño escogerá cualquier parte del cuerpo que le produzca placer y este será su preferido; cuando se topa con alguna zona genital predestinada, por desplazamiento éste se convertirá en la zona erógena predilecta.
•Esta propiedad de desplazamiento también la encontramos en la histeria. La represión afecta las zonas genitales, las cuales prestan su estimulabilidad a las restantes zonas erógenas, comportándose éstas últimas como los genitales. Además, cualquier otro sector del cuerpo puede ser dotado de la excitabilidad de los genitales y convertirse en zona erógena.
•La meta sexual de la pulsión infantil consiste en producir satisfacción mediante la estimulación apropiada de la zona erógena elegida.
•La necesidad de repetir la satisfacción tiene dos características: la tensión (displacer), y el estímulo condicionado centralmente y proyectado a la zona erógena periférica.
•Por lo tanto, la meta sexual también puede formularse como la sustitución de la sensación de estímulo proyectada sobre la zona erógena por aquél estímulo externo que la cancela al provocar la sensación satisfactoria.

ACTIVACIÓN DE LA ZONA ANAL

Los trastornos intestinales de la infancia se ocupan de que nunca falten estímulos intensos en esta zona.
Los “catarros intestinales” provocan nerviosidad en el niño; en un adulto neurótico, éstos tendrán una influencia determinante sobre su sintomatología proporcionando un vasto catálogo de trastornos intestinales.
Algunos niños activan la estimulación erógena de la zona anal al retener las heces hasta que su acumulación provoca fuertes contracciones, y al pasar por el ano, pueden ejercer un poderoso estímulo sobre la mucosa, produciendo sensaciones tanto voluptuosas como dolorosas.
Algunos signos de ‘nerviosidad’ posteriores se pueden predecir cuando el niño se niega a vaciar el intestino cuando esto es lo que se espera de él, obteniendo una ganancia colateral de placer junto con la defecación.
Otro significado conferido a las heces es que el lactante los trata como a una parte de su propio cuerpo, representando el primer “regalo” por medio del cual el niño puede ‘obsequiar’ obediencia hacia su exterior o bien negarlo. Este regalo luego se puede convertir en un “hijo” adquirido mediante la alimentación y dado a luz por el intestino.
También es una de las raíces del estreñimiento usual en los neuróticos.
La significación íntegra de la zona anal (masturbatoria, controladora y ansiosa) se refleja muy frecuentemente en los rituales neuróticos ceremoniosos y repetitivos.

ACTIVACIÓN DE LAS ZONAS GENITALES

•Al principio las zonas genitales no son las más importantes, comenzando su activación mediante las funciones de micción, lavado y aseo y ciertas ‘excitaciones accidentales’.
•La acción que elimina el estímulo y produce la satisfacción se establece mediante frotación con la mano (niños) o apretando los muslos (niñas).
•Freud distingue tres fases en la masturbación infantil: la primera durante la lactancia, la segunda hacia los cuatro años, y la tercera durante la pubertad.
•La segunda fase dejará las huellas inconscientes más profundas en la memoria, determinando tanto el carácter de las personas sanas como la sintomatología de los neuróticos.
•La reaparición de la actividad sexual es causada por factores internos y externos. Entre los factores externos Freud menciona la influencia de la seducción por parte de un adulto o de otro niño, aunque otorga que no es necesaria para despertar la sexualidad del niño, pudiendo tener ésta causas internas.
•La “disposición perversa polimorfa” se da bajo la influencia de la seducción infantil, en una época en la cual todavía no se han erigido o están en formación los ‘diques’ contra los excesos sexuales: la vergüenza, el asco y la moral.

PULSIONES PARCIALES

•Aunque prevalezcan las zonas erógenas, la vida sexual infantil involucra desde el comienzo a otras personas como objetos sexuales.
•Las pulsiones del placer de ver, de exhibir y de crueldad aparecen con cierta independencia con respecto de las zonas erógenas, y sólo después se relacionarán con la vida sexual genital.
•El placer de exhibir se desarrolla en el niño muy pequeño, pero el de ver se instala cuando ya se ha desarrollado un sentimiento de vergüenza.
•Por su carácter de apoderamiento y el desarrollo más tardío de la compasión, la moción de crueldad tiene un carácter pregenital.
•Niños particularmente crueles hacia animales y hacia otros niños muestran una práctica sexual prematura proveniente de las zonas erógenas, y en casos de madurez anticipada y simultánea con todas las pulsiones sexuales, la práctica sexual erógena parece ser la primaria. Este enlace entre las pulsiones crueles y las erógenas, en ausencia de compasión, conlleva el peligro de que placer y crueldad sean imposibles de separarse.
•Según Jean-Jaques Rousseau, la estimulación dolorosa de la piel de las nalgas ha sido reconocida como una raíz erógena de la pulsión pasiva a la crueldad: el masoquismo.

LA INVESTIGACIÓN SEXUAL INFANTIL

•La pulsión de saber – Es por una parte una manera sublimada de apoderamiento, y por otra trabaja junto con la pulsión de ver. Esta pulsión recae intensamente sobre los problemas sexuales y es probable que sea despertada por ellos.
•El enigma de la esfinge – Aquí prevalecen intereses prácticos sobre teóricos. La amenaza de un nuevo niño que le quite primacía lo llevan a preguntarse de dónde vienen los niños. Todavía no le preocupa la diferencia de sexos, ya que supone que todas las personas tienen genitales como los de él.
•Complejo de castración y envidia del pene – El varón se aferra obstinadamente a creer que todos poseen un pene. Las formaciones sustitutivas del pene perdido en la mujer cumplen un importante papel en la conformación de múltiples perversiones.
•Teorías del nacimiento – Prevalecen las soluciones anatómicas, en especial que los hijos se conciben por haber comido algo determinado y se los da a luz por el intestino, como a la materia fecal.
•Concepción sádica del comercio sexual – Si el niño es espectador del acto sexual entre adultos, lo concebirá como una especie de maltrato o sojuzgamiento sádico. Esta impresión en la primera infancia contribuye en mucho a la disposición para un posterior desplazamiento sádico de la meta sexual.
•Las teorías sexuales infantiles son un reflejo de su propia constitución sexual y a pesar de sus errores, demuestran una mayor comprensión sobre los procesos sexuales de lo que se sospecharía.
•Los esfuerzos por comprender son en general infructuosos y terminan por renunciar a ellos, deteriorando permanentemente la pulsión de saber. Esta investigación es siempre solitaria y establece un distanciamiento de las personas en las cuales había confiado anteriormente.


ORGANIZACIONES PREGENITALES

1.Fase oral o canibálica – La actividad sexual no se ha separado todavía de la nutrición, ni se han diferenciado opuestos dentro de ella. La meta sexual consiste en la incorporación del objeto, el paradigma de lo que más tarde desempeñará un papel psíquico importante en calidad de identificación.
2.Fase sádico-anal – Se despliega la división en opuestos, pero no masculino-femenino, sino activo-pasivo. La actividad es producida por la pulsión de apoderamiento a través de la musculatura del cuerpo, y como órgano de meta sexual pasiva se constituye la mucosa erógena del intestino, aunque los objetos de estas dos aspiraciones no coinciden. Aquí ya se distinguen la polaridad sexual y el objeto ajeno, pero faltan todavía la organización y la subordinación a la función de la reproducción.
La hipótesis de las organizaciones pregenitales de la vida sexual descansa en el análisis de las neurosis; difícilmente se le puede apreciar si no es con relación al conocimiento de estas. Tenemos derecho a esperar que el continuado empeño analítico nos depare datos mucho más amplios sobre el edificio y el desarrollo de la función sexual normal.”

LOS DOS TIEMPOS DE LA ELECCIÓN DE OBJETO

•El primero se inicia entre los dos y los cinco años, y el periodo de latencia la detiene o la hace retroceder.
•El segundo sobreviene con la pubertad y determina la conformación definitiva de la vida sexual.
•La elección de objeto en la pubertad tiene que renunciar a los objetos infantiles y empezar de nuevo como corriente sensual. La no confluencia de las dos corrientes provoca frecuentemente que no se alcance uno de los ideales de la vida sexual, la unificación de todos los anhelos en un objeto

FUENTES DE LA SEXUALIDAD INFANTIL

•Estímulos térmicos (baños calientes).
•Excitaciones mecánicas de carácter rítmico (ser hamacados o arrojados por el aire).
•Actividad muscular (“luchitas”, puede jugar un papel en los impulsos sádicos).
•Procesos afectivos (angustia frente a un examen)
•Trabajo intelectual.
•En todos los estímulos es decisiva la calidad, pero no se puede menospreciar la intensidad. En ocasiones la excitación sexual se presenta como ‘efecto colateral’, por lo que sólo es considerable para la vida sexual cuando se ha rebasado cierto límite cuantitativo.

a)Diversas constituciones sexuales – Las fuentes indirectas de la excitación sexual ejercen influencia en todos los individuos, pero no con la misma intensidad. Esto contribuirá a diferenciar las diversas constituciones sexuales.
b)Las vías de la influencia recíproca – Las vías de conexión que llegan hasta la sexualidad desde otras funciones también funcionan en la dirección inversa. Mucha de la sintomatología neurótica, derivada de perturbaciones de procesos sexuales, puede exteriorizarse en perturbaciones de otras funciones no sexuales del cuerpo.

LAS METAMORFOSIS DE LA PUBERTAD

•Para alcanzar una nueva meta sexual, todas las pulsiones parciales cooperan y las zonas erógenas se subordinan al primado de la zona genital.
•La normalidad de la vida sexual se garantiza únicamente por la exacta coincidencia de las dos corrientes dirigidas al objeto y a la meta sexuales: la tierna y la sensual. La primera reúne lo que resta del temprano florecimiento infantil de la sexualidad.
•La pulsión sexual se pone ahora al servicio de la función de reproducción.
•Todas las perturbaciones patológicas de la vida sexual se deben considerar como inhibiciones del desarrollo.

Los niños comienzan por amar a los padres. Cuando ya han crecido, los juzgan, y, algunas veces, hasta los perdonan. Oscar Wilde

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