domingo, 21 de octubre de 2007

RESUMEN DEL 13 DE OCTUBRE DE 2007

¡Qué tal! Muy buenas noches tengan todos ustedes. Les comunico que por el momento yo (Lourdes Villarreal) estaré subiendo la información que tengan a bien compartir en esta comunidad. Por lo pronto, estoy pasando el resumen del 13 de octubre que César había escrito en la ventana de comentarios, para una mejor visualización.

También les comunico que el nuevo foro ya está en funcionamiento. Ahí podrán iniciar y continuar debates, discusiones o comentarios ya sea sobre psicoanálisis, psicología, cultura general o simplemente compartir alguna información personal, ya que el foro está dividido en subforos y éstos a su vez está dividido en subtemas. Se escucha un poco complicado, pero en realidad no lo es, ya lo verán.

Para que el blog y el foro funcionen bien, lo más importante es contar con la participación de todos ustedes, así que a postear se ha dicho!

Pueden accesar al foro haciendo click aquí

Que estén muy bien y seguimos en contacto!

Saludos a todos los participantes del Seminario.Soy César Arellano. Esta vez, quiero extender mis comentarios sobre algunos de los contenidos abordados en oportunidad de la sesión del sábado 13 de octubre, además de exponer muy brevemente, la valiosa aproximación psicocorporal del narcisismo.

Les reitero, sin embargo, que lo más valioso son sus opiniones al respecto. La noción aceptada generalmente sobre el “narcisismo”, es aquella que lo considera como un trastorno de personalidaden donde se exhibe una preocupación y “amor propio” exagerados e incluso egoístas.

Basándose en parte en su pasión por la cultura clásica,desde que Freud en 1914 adoptó el término “narcisismo” -originariamente propuesto para designar una perversión por Näcke- y,lo describiera ampliamente–al grado de postular la existencia de una etapa de narcisismo primario y natural- , el “trastorno narcisista de personalidad” ha sido estudiado de manera más bien tangencial por la Psiquiatría y la Psicología Clínica.

Hay, sin embargo, varios autores psicoanalistas que le asignan un lugar destacado dentro del amplio espectro de las “psicopatologías” emocionales de la actualidad.Y son O. Kernberg y H. Kohut, sobre todos los otros, los más conocidos. Efectivamente, ellos ostentan una profunda y rigurosa perspectiva clínica, explicativa en varios niveles y técnicamente interventora, pero que creo, falta de una mayor “profundidad humana”; es decir, más “realista” y en comunión con una visión más integral de dicho fenómeno.

Sucintamente, Kernberg por ejemplo, considera que el narcisista “presenta diversas combinaciones” e intensidades de ambición extrema y fantasías de grandiosidad a la par de “una gran incertidumbre e insatisfacción crónicas sobre sí mismo”, profundos sentimientos de inferioridad y dependencia; últimos estos, contralos que se “defiende” con actitudes hostiles, de intolerancia y demanda intransigente.

Kohut por su parte, hace hincapié en los modos de “transferencia” que utiliza este patrón caracterológico; a saber, el vínculo especular y la transferencia idealizante.En el primer caso, concordante con la perspectiva psicoanalítica ortodoxa, se implica una “compensación irreal”, omnipotente y grandiosa por un “quebrante” y/o una “falta” de esanecesidad básica y vital de reconocimiento de los seres humanos y por encontrar “resonancia empática” en el “reflejo” auténticamente humano, de cuidadores proveedores cálidos (¿los padres?).

En la transferencia idealizadora, Kohut llama la atención sobre un aspecto que, por momentos, puede parecer muy próximo a la proyección arquetípica jungiana, y en donde el infante, precisa para el desarrollo de su autonomía, no sólo satisfacer sus necesidades de ese “reflejo empático” de y a su existencia; sino que requiere además, experimentar a sus “cuidadores” como seres omnipotentes con los protegerse y con los cuales poder “identificarse”;identificación que, en condiciones favorables madurativas,tiende a la natural decepción –o durante el análisis, tendiente al establecimiento de una transferencia que revele y finiquite las “proyecciones transmutadotas” obstaculizadas en un vínculo “parental” deficitario-, esencial para el establecimiento de “relaciones reales” interpersonales.

Pero de hecho, los dos tipos transferenciales descritos “aparecen” en alguna forma y en distinto grado, casi en todos los análisis; independientemente de si se trata de un caso de trastorno narcisista, limítrofe o incluso con pacientes maniaco depresivos. Actualmente, el narcisismo es considerado más como un “desorden” cuya etiopatógenesis se ubica desde la primera y más primitiva etapa del desarrollopor la “vivencia” de una interacción deficitaria aguda de “contacto” y/o por la “vivencia” de una interacción “amenazante”-no tanto mortífera o de aniquilación como en la esquizofrenia-, seguida por una constante “desvalorización” e “invalidación” afectiva por parte de los “cuidadores” en las etapas posteriores.

El narcisismo presenta y expresa, mecanismos defensivos compensatorios específicos, ante la reviviscencia en el adulto, de esos estados primitivos difusos; estados en donde la proyección, la fusión y “omnipotencia” eran los recursos propios de un “sí mismo” (el self ,el núcleo profundo) en desarrollo, aún indiferenciado del ego (la auto-imagen) y del yo (la identidad).

Así, lo que el narcisista “ama” no es a sí mismo. Específicamente, “ama” sólo a su ego, a la imagen idealizada y sobrevalorada de sí mismo–o la imagen del otro y con la cual se identifica o incluso se “fusiona”-; paralelamente a la negación de los aspectos intolerables de sí mismo oa su proyección en los otros. En tanto que tan sólo “reconoce” a la imagen propia o ajena,el narcisista no “contempla” la posibilidad de una autentica “vivencia” emocional y de “contacto humano”.

La cosificación, tomar a los otros y a sí mismo como “objetos”, es, creo, el rasgo más acuciante de este tipo de trastorno. Y este aspecto, es de primordial importancia en el ámbito psicoterapéutico.

Para Lowen, la “debilidad” del enfoque psicoanalítico al respecto del tratamiento del narcisismo se revela al hablar casi exclusivamente de “imágenes”, es su toma en consideración unilateral de la parte psicológica (mental) del trastorno. Lowen por su parte, apunta que: “La conciencia, se ocupa (y de hecho depende) de imágenes que regulan nuestras acciones… Sin embargo, la imagen implica la existencia del objeto al cual representa.

La imagen del sí mismo-ya sea grandiosa, idealizada o real-tiene cierta relación con nuestro yo [como identidad personal, además de su profundo arraigo en el sí mismo (self) o identidad biológica], el cual es más que un imagen…La [auto] percepción de esa imagen depende de la percepción de lo que ocurre, de hecho, en el cuerpo viviente” (Lowen, 1983).

Al respecto, Keleman ( 1985) inserta dicho trastorno,dentro de su genérica designación caracterial somatopsíquica “hinchada” -cuyas “respuestas psíquicas” básica exhiben un típico patrón deinfantilismo, ensoñación, superficialidad, simulación, engreimiento, grandiosidad , seducción y manipulación-, y haciéndole corresponder un tipo de estructuración y funcionamiento somático caracterizado por la inflamación de la cavidades y órganos internos del cuerpo, abultamiento y mayor tamaño en la cabeza y el tronco (corpulencia) contrastante de la “debilidad” evidente en las piernas y en el inseguro asentamiento pedico.

Explicitando un poco más, el “aspecto” corporal yel funcionamiento somático de la “estructura hinchada”,digamos que se caracteriza por que:la “tensión” interna generada por la excitación biológica (“presión” energética) del núcleo de su sistema, se descarga primordialmentepor expansión continua hacia la superficie (epidérmica) yel extremo craneal. La hinchazón e hiper expansión (somática), son pues expresión,de un funcionamiento (psicoemocional) de “arrogancia” emocional por momentos en “erupción” (hostilidad).

Una orientación clínica pertinente presupone, no sólo el reconocimiento del tipo transferencial-contratransferencialque se establece inherentemente con estos casos y su adecuado “manejo”; somáticamente, precisa además, de generar un mayor grado de tolerancia (contención) ante la presión interna–sobre todo de su rabia-,empezar a “sentir” o prestar atención a sus estados internos –sobre todo a sus demandas-,a tratar “entender”, a ponerse en el lugar del otro (incluso a asumir e imitar su postura).un “afianzamiento” emocional (autoafirmación) basado en un sólido “arraigo” somático-más de acuerdo a su realidad y funcionamiento corporal y no a su sobrevalorada auto-imagen y fantasías grandiosas-, etc.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos. Soy César Arellano.
Otra vez quiero dale las gracias a Lourdes por tan “maravillosa” respuesta.
Y lo es “así”, por varias razones: por su “brío”
que fue inesperadamente decisivo;
por su “sorprendente prontitud”
que fue extraordinariamente apropiada; pero, sobre todo,
por que fue un valioso y brillante regalo para todos.

Anónimo dijo...

Soy Mireya Romano y quiero hablarles un poco de lo que Lacan dice sobre el narcisismo.
Segun Lacan, el Estadio del espejo da paso a la estructura narcisista del Yo, pero como Narciso queda atrapado en esa imagen reflejada, entonces su destino es la muerte. Asi pues, Lacan considera que la pulsión de muerte es una expresión del narcisismo.
Y este Estadio del espejo no es solo un momento del desarrollo del ser humano, si no, que es un modelo de vinculo que opera a lo largo de toda la vida.
Lacan dice que el Yo ideal es una imago adelantada de lo que no somos, pero que queremos llegar a ser gracias al deseo del otro y esta es la imagen narcisista, que el hombre persigue incesantemente; pero como el sujeto no puede ser el deseo del otro ( la madre ) se conforma con un ideal del Yo y entonces perpetuara la ley.

Anónimo dijo...

Mireya, me leiste el pensamiento, ya que yo también siento que una discusión sobre narcisismo no está completa sin Lacan y el Estadio del Espejo. Sin embargo, se supone que dicho estadio se presenta en todos, como un momento del desarrollo (y como lo dices, también opera durante toda la vida), por lo que todavía no me queda claro cómo entonces se va formando un narcisismo patológico. Supongo que tendrá que ver con la imagen fragmentada inicial?

Tengo entendido que el momento en que el niño descubre su imagen en el espejo se presenta en un estadio en el cual su desarrollo neurológico todavía no está completo, por lo tanto, la percepción visual de su cuerpo se anticipa en muchos meses al control motor de su cuerpo. Sobreviene entonces una tensión entre la insuficiencia motora y la anticipación de la imagen, ya que el cuerpo físico se percibe como fragmentado, mientras que la imagen en el espejo le presenta al bebé un cuerpo unificado. El niño identifica esa imagen narcisista por sobre la vivencia de fragmentación corporal. Luego entonces, si la fragmentación no ocurre, el sujeto desarrollará una patología en su narcisimo?

Es pregunta, en verdad no lo sé...

Saludos,
Lulú :)